¿Cuándo se es demasiado mayor para ser padre?
Hasta hace relativamente poco, cuando un hombre tenía un hijo a una edad medianamente avanzada, por ejemplo a partir de los 50 años, era algo tan poco frecuente que se veía con recelo. Incluso teniendo en cuenta que, tratándose de la procreación, los hombres no tienen «fecha de caducidad»: los hombres no tienen menopausia, y, al menos en teoría, pueden seguir teniendo hijos a edades avanzadas.

Hay muchos ejemplos de celebridades que han sido padres alrededor de los 50 años, como por ejemplo los actores españoles Luis Tosar o Javier Gutiérrez. Otro ejemplo famoso: el roquero Mick Jagger tuvo su octavo hijo a la edad de 73 años.
Cada vez son más los hombres que están optando por hacerlo. De acuerdo con el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos, la edad promedio de los padres primerizos ronda los 25 años. Pero entre entre 1980 y el 2014 hubo un incremento del 58 por ciento en el número de hombres de 35 años y mayores que volvieron a ser padres.

En general, el incremento en la edad no es algo que deba preocupar. La mayoría de estos padres de edad avanzada no tienen problemas de fertilidad, y sus bebés no tienen problemas físicos o de desarrollo, de acuerdo con el doctor Robert E. Brannigan. Este urólogo y especialista en medicinas reproductivas masculinas en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern lleva años estudiando estas paternidades a edades avanzadas.
Una de las explicaciones a esta tendencia la encontraríamos al aumento de la esperanza de vida. Por ejemplo, en España está por encima de los 80 años, convirtiéndonos en uno de los países más longevos del mundo. Pero lo que nunca dejará de sorprender es cuando alguien se convierte en padre a una edad mucho más avanzada… como a los 83, algo que le sucedió hace unos meses a Alberto Cormillot, un famoso médico argentino.
El doctor ya era padre de otros dos hijos, de 55 y 47 años.
Cormillot hizo público que iba a ser padre, y desde entonces ha recibido miles de comentarios en sus redes sociales, tanto a favor como en contra. Convertirse en padre superados los 80 es algo sobre lo que, por lo visto, mucha gente tiene opiniones muy formadas.
En 2019, el médico se casó de nuevo después de año y medio de noviazgo con Estefanía Pasquini. La joven es una nutricionista 48 años menor que él y, aunque en principio no estaba en sus planes volver a ser padre, sí que se encontraba en los de ella debido a su juventud.

«Es un proyecto de familia con la persona que amo, que es joven, para que pueda tener un hijo. Me alegro por la alegría de ella. Yo no cedí, ella no me lo pidió, salió de mí. Ella pensaba que no se iba a enamorar más porque en los últimos 10 años no le había pasado con nadie, tampoco sabía si quería tener un hijo y cuando nos encontramos le dieron ganas de tenerlo», explicó Cormillot tras anunciar que iba a ser padre.
«Es lo que le pasa a cualquier pareja, solo que yo tengo muchos años más», dijo el doctor. Preguntado por las críticas a su edad, Cormillot afirmó hace meses a La Nación que «un hombre mayor es una carga, es desechable, ni siquiera reciclable y mucha gente compra eso. Yo no lo compro».

Nuestro protagonista tiene experiencia en la paternidad de sobra: aunque Emilio, su recién nacido, vino al mundo el pasado septiembre, Cormillot tiene dos hijos mayores, Reneé de 55 años, y Adrián de 47. Volver a ser padre es un acontecimiento que ha aportado una renovada vitalidad a su vida.
El verano pasado, antes de que naciera su hijo, aseguró en un programa de televisión que quiere «llegar a los 105 años porque quiero verlo graduado». El doctor no se considera condicionado por su edad, y mantiene diariamente su propia rutina despertándose prácticamente de madrugada para leer los periódicos y preparar su intervención en radio que termina a media mañana.

El resto del día lo dedica a la universidad y a la clínica de nutrición, además de sus clases de baile, ya que hasta los 70 años no descubrió su afición por las coreografías.