La pareja no se puede casar: el Código Civil español lo prohíbe.
Las relaciones amorosas han cambiado mucho en las últimas décadas, y cada vez son más diversas y complejas. La sociedad ha ido aceptando poco a poco las diferentes formas de amar, pero todavía hay casos que generan polémica y rechazo. Uno de ellos es el de las relaciones consanguíneas, es decir, entre personas que tienen un vínculo familiar directo.
Este tipo de relaciones están prohibidas por la ley en muchos países, incluido España, donde el Código Civil impide el matrimonio entre parientes en línea recta por consanguinidad o adopción. Sin embargo, hay personas que se enfrentan a esta norma y deciden vivir su amor al margen de la legalidad y de la opinión pública. Es el caso de Daniel y Ana Parra, dos hermanos de Granollers que están enamorados y que ya tienen dos hijos en común.
«No le hacemos daño a nadie».
La historia de Daniel y Ana salió a la luz el pasado miércoles, cuando el programa ‘En boca de todos’ les entrevistó para conocer los detalles de su relación. Los hermanos contaron cómo se conocieron por redes sociales, ya que son hijos del mismo padre, pero no de la misma madre. Ana explicó que siempre había tenido curiosidad por saber quién era su hermano y que lo buscó por Facebook. El primer contacto fue por ahí, pero pronto se dieron cuenta de que había algo más que un simple interés familiar.
Una pareja de hermanos de Granollers que ya tiene dos hijos en común: »No le hacemos daño a nadie» https://t.co/TjDGYwnVb0
— Yasss (@Yasss_es) August 1, 2023
Daniel y Ana admitieron que siempre supieron que eran hermanos, pero que eso no les impidió sentirse atraídos el uno por el otro. Al principio, intentaron negar sus sentimientos y estar separados, pero lo pasaban muy mal. Finalmente, decidieron aceptar su amor y vivirlo sin importarles lo que dijeran los demás. “No le estamos haciendo daño a nadie”, afirmó Ana.
Los hermanos también revelaron que tienen dos hijos fruto de su relación, y que antes de concebirlos se asesoraron con especialistas médicos y psicológicos. Sabían que había un riesgo genético al tener descendencia entre parientes directos, pero no querían renunciar a su sueño de formar una familia. Según dijeron, sus hijos están sanos y felices.
El tema más espinoso al que se enfrentan Daniel y Ana es el del matrimonio. Ellos quieren casarse para tener más seguridad jurídica y proteger a sus hijos en caso de que les pase algo. Sin embargo, la ley española se lo impide. Por eso, han iniciado una campaña para pedir que se modifique el Código Civil y se permita el matrimonio entre hermanos. “Se puede vivir sin casarse y sin el papelito que diga que somos pareja, pero facilita mucho algunos trámites”, explicó Ana.
La historia de Daniel y Ana ha generado todo tipo de opiniones, desde quienes les apoyan y defienden su derecho a amarse libremente, hasta quienes les critican y les acusan de inmorales e irresponsables. Lo cierto es que su caso plantea un debate ético y legal sobre los límites del amor y la libertad individual. ¿Qué opinas tú? ¿Crees que deberían poder casarse? ¿Y tener hijos? ¿O crees que su relación es un atentado contra la naturaleza y la sociedad?