La desigualdad empieza en las tareas del hogar.
Hay gente que habla de «ayudar» en casa. Si bien estas palabras pueden tener buenas intenciones detrás, esconden una concepción machista de la limpieza, la compra y la cocina: si consideramos que el hombre «ayuda», eso significa que son las mujeres las principales responsables.
El número de mujeres que realizan las tareas del hogar es mucho mayor que el número de hombres en España. Los datos más recientes del INE, provenientes de la Encuesta del Empleo del Tiempo, indican que en los hogares formados por una pareja e hijos, la dedicación de la mujer es de 4 horas y 45 minutos diarios, mientras que la de ellos es de 2 horas y 34 minutos. La diferencia es similar para las parejas sin hijos, en las que ellas invierten 4 horas y 37 minutos cada día y los hombres 2 horas y 34 minutos.
Los alumnos de esta escuela aprenden a lavar, planchar y cocinar.
Hay una frase que dice que «la educación viene de casa» y que ahí es donde se aprenden los hábitos de limpiar, cocinar o ayudar a la casa. No obstante, hay escuelas que intentan lograr una formación integral a través de «extras».
El Colegio Montecastelo de Vitoria en España se convirtió tendencia en redes sociales recientemente al proclamar que incorporan a su plan de estudios algo llamado «Habilidades de casa». La mayoría de estos conocimientos se aplican a los jóvenes que cursan el nivel secundario.
La institución peninsular dio a conocer que estaba implementando un programa de mantenimiento del hogar, incluyendo tareas como planchado, cocina y lavado. De esta manera, padres y profesores enseñan a los niños que «se las tienen que ver con una plancha y sus diferentes ajustes según el tipo de ropa, entre fogones con un mandil atado a su cintura, o poniendo prendas de vestir a remojo para un lavado a mano, entre otras muchas labores.»
«Nos parecía muy útil que nuestros alumnos aprendiesen a realizar estas tareas para que cuando algún día formen una familia se impliquen desde el principio y sepan que una casa es cosa de dos, que no es cuestión de la mujer limpiar, poner el lavavajillas y planchar. Esto permitirá que vayan tomando conciencia y sabrán manejarse en el hogar», explicó Gabriel Bravo, docente del Colegio Montecastelo.
Además, se reveló que querían que los alumnos aprendieran otras actividades en el hogar como coser botones, cocinar y hacer cosas que en algunos ámbitos se consideran únicamente atribuidas a las mujeres, rompiendo así los estereotipos de género entre las generaciones. ¿Qué te parece la idea?